Híspalis Romana
SEVILLA HA SIDO UNA DE LOS NÚCLEOS DE POBLACIÓN MÁS IMPORTANTES DEL IMPERIO. ES MUY CONOCIDO QUE DOS EMPERADORES ROMANOS, TRAJANO Y ADRIANO, NACIERON EN NUESTRAS TIERRAS.

En Sevilla los romanos tuvieron dos asentamientos principales, el primero está datado en el siglo I antes de Cristo, hacia el año 69 cuando se fija la primera llegada de César a Sevilla. Esta es la hipótesis de la ciudad Republicana. Pero hay que subrayar que la primera referencia romana es del año 206 antes de Cristo, cuando se registró la batalla de llipa y se fundó Itálica.
En la imagen podemos apreciar el extraordinario mosaico de Neptuno, de teselas vítreas y pétreas. Representa, como su nombre indica, al dios Neptuno y su cortejo de criaturas marinas; todo en blanco y negro, salvo la figura policromada del dios. Neptuno aparece representado con tridente, conduciendo una biga tirada por hipocampos; a su alrededor, centauros, carnero, toro y otros animales terrestres.
Una vieja leyenda, sostenida por la estancia del Marqués en Tierra santa, afirma que este Palacio es copia del Pretorio de Pilatos en Jerusalen. En su patio principal se expone una gran estatua de Palas Atenea, obra original de Fidias que los romanos se llevaron de Atenas como botín de guerra y que posteriormente sería regalada por el Papa Pio V a Don Pedro de Ribera.
Itálica
Con una historia que se remonta al siglo VIII A.C. al bíblico reino de Tartesos, que desarrolló una extraordinaria civilización. Sus naves alcanzaron las islas Británicas en búsqueda de estaño y se aventuraron por el oeste africano. El comercio floreció con griegos y fenicios que fundaron prósperas factorías. La batalla de Ilipa en el año 206 A.C. supuso el triunfo de Roma sobre Cartago y su presencia durante 7 siglos impregnó profundamente la personalidad sevillana.
La ciudad romana de Itálica, ubicada en el Bajo Guadalquivir, a medio camino entre Sevilla (Hispalis) y Alcalá del Río (Ilipa) y muy próxima a las rutas que conectaban con la zona de explotación minera de la Sierra Norte de Sevilla y Huelva, desempeñó un importante papel estratégico tanto en lo político-militar como en lo económico durante el Alto Imperio romano.
Las familias de Trajano y Adriano son oriundas de Itálica, y fue punto de origen de buena parte de los senadores de la época. Desde los tiempos de Augusto, en el cambio de Era, la ciudad fue objeto de continuas mejoras urbanísticas y arquitectónicas, destacando entre ellas: el Teatro, iniciado durante su mandato o quizá ya en la época de César y con capacidad para unos 3.000 espectadores; el Anfiteatro, uno de los primeros de todo el Imperio en aforo.
